Visitar Venecia es trasportarse a lo incomparable y lo único. En la ciudad italiana cada lugar merece ser recorrido, desde los rincones escondidos al final de pasillos estrechos hasta las antiguas construcciones emblemáticas. Está integrada por más de 100 islas pequeñas unidas por puentes y se llega hasta ella desde tierra firme por el puente de la Libertad.
Puente de suspiros
Los hombres que lo cruzaban estaban destinados a perder su libertad, ya que fue construido para unir el palacio Ducal con la nueva prisión. Hasta ese momento el Palazzo concentraba las cárceles. El puente creado por Antonio Contin alrededor de 1600 es cerrado y cubierto, y su estilo barroco se aprecia desde las góndolas, que se detienen para que los visitantes lo fotografíen.
Entre Orillas
El gran canal es el más importante de Venecia. Recorre la ciudad en forma sinuosa y en donde se toman los vaporettos para poder admirar desde el agua las magníficas.
Ciudad de las máscaras
El carnaval de Venecia es el más tradicional de Europa y se destaca por los vestuarios y antifaces que la gente que usa para festejarlo. Suele celebrarse en fines de enero y mediados de febrero, cuando la diversión y el entretenimiento son las actividades centrales de la ciudad. En distintos lugares se organizan desfiles y otros surgen improvisadamente.
Viajar a Venecia es encontrar algún restorante al final del pasillo entre construcciones antiguas, respirar el romance de los atardeceres sobre el Gran canal y recorrer palacios majestuosos que dibujan la orilla. Se trata de una experiencia que no podrá repetirse en otro lugar del mundo.