De acuerdo con la nueva solicitud, el juicio por el uso repetitivo de las frases “players gonna play” y “haters gonna hate” podría sentar un precedente que atente “contra el dominio público”
Taylor Swift busca que un juez anule la sentencia que permitió que la demanda por violación de derechos de autor por su éxito ‘Shake it Off’ fuese llevada a juicio.
En la nueva solicitud, la cantautora argumenta que el nueve de diciembre el juez no tuvo en cuenta algo conocido como “test extrínseco”. En dicha fecha, se notificó que los dos demandantes que alegan plagio por la letra y el concepto habían presentado una “disputa genuina” que debía ser resuelta por un jurado.
En su demanda, los compositores Sean Hall y Nathan Butler aseguraron que su canción de 2001 para el trío de R&B 3LW, ‘Playas Gon’ Play’, era considerablemente similar al himno pop de Swift de 2014, especialmente en su adaptación de las frases “playas gonna play” y “haters gonna hate”.
Tal acción legal fue presentada inicialmente en 2017 y en un principio fue descartada por el juez Michael Fitzgerald en 2018, pero fue revivida tras una apelación y posteriormente regresó a la corte.
En su sentencia de hace tres semanas en la que denegó la solicitud de Swift para un juicio sumario, Fitzgerald comentó que la parte de la artista dio algunos “argumentos persuasivos”. No obstante, el tribunal encontró que “numerosos factores” seguían estando dentro del umbral legal por “potencial semejanza sustancial entre las letras y su estructura tal como lo exponen los demandantes”.
En la nueva petición de la defensa firmada el 23 de diciembre y en la que se le pide al juez reconsiderar su sentencia, el equipo legal de Swift y sus socios editoriales sostienen que el “test extrínseco” y las leyes del circuito “obligan” a la corte a enfocarse únicamente en elementos que pueden ser protegidos por la ley, excluyendo y descartando frases que son del dominio público.
“Ambos trabajos usan versiones de dos frases cortas que son del dominio público (“players gonna play” y “haters gonna hate”) y pueden ser usadas libremente por todo el mundo”, dice el nuevo documento en el que también se alega que ambas canciones usan frases repetitivas llamadas tautologías, que tampoco están contempladas en la ley.
“La presencia de versiones de dos dichos cortos de dominio público y otras dos tautologías en ambas canciones (similitudes que han sido notadas por la corte), simplemente no cumple con el test extrínseco. De ser así, los demandantes podrían demandar a cualquiera que escriba, cante o diga públicamente “players gonna play” y “haters gonna hate” junto a otras tautologías. Permitir eso no tiene precedentes y atenta contra el dominio público”, agrega la petición.
“Creemos que no hay fundamento para la reconsideración, y que esto es solo un gigante de la música y su maquinaria intentando negarle la justicia a nuestros clientes al superar a un artista de menores ingresos. Totalmente desagradable entre artistas”, le comentó Gerard Fox, uno de los abogados de Hall y Butler, a Rolling Stone mediante un comunicado.
En 2018, luego de que el caso procediera tras haber sido descartado, uno de los representantes de Swift comparó la demanda con un chantaje. “Estos hombres no son los creadores de las frases comunes “players” o “haters”, o cualquiera de sus combinaciones. No las inventaron y tampoco son los primeros en usarlos en una canción”, le dijo el representante a ROLLING STONE. “Su demanda no es una lucha por los autores, es una lucha por la cuenta bancaria del señor Hall”.
La audiencia para la solicitud de reconsideración está programada para el siete de febrero en Los Ángeles.