El cohete chino que estaba fuera de control cayó fuera de órbita el sábado por la noche y volvió a entrar en la atmósfera de la Tierra, según la agencia espacial de China.
El cohete portador Long March 5B tenía un área de aterrizaje estimada de 72,47 ° E de longitud y 2,65 ° N de latitud, justo al oeste de las Maldivas en el océano Índico, dijo la Agencia Espacial Nacional de China en una publicación en WeChat.
La mayor parte del cohete fue «destruido» al reingresar a la atmósfera, indicó la agencia espacial.
El cohete, que medía unos 30 metros de alto y pesa casi 22 toneladas, puso en órbita una pieza de una nueva estación espacial china el 29 de abril. Después de que se agotó el combustible, el cohete se dejó caer sin control por el espacio hasta que la gravedad de la Tierra lo arrastró de vuelta al suelo.
Generalmente, la comunidad espacial internacional intenta evitar tales escenarios. La mayoría de los cohetes que se utilizan para elevar satélites y otros objetos al espacio realizan reentradas más controladas que apuntan al océano, o quedan en las llamadas órbitas de «cementerio» que los mantienen en el espacio durante décadas o siglos. Pero el cohete Long March está diseñado de una manera que «deja grandes piezas en órbita baja», dijo Jonathan McDowell, astrofísico del Centro de Astrofísica de la Universidad de Harvard.
En este caso, era imposible tener la certeza exacta de cuándo o dónde aterrizaría el propulsor.