Para reponer la pérdida de líquido producida por el intenso calor y evitar la deshidratación, lo recomendable es tomar agua potable cada 15 a 20 minutos, como mínimo, y no esperar a tener sed, condición que se presenta cuando el cuerpo ya está deshidratado. De esta forma, se previene la aparición de malestares, como dolor de cabeza, mareos, náuseas o calambres.
Además de la deshidratación, la falta de agua puede producir en el organismo incremento del nivel de glucemia (azúcar en sangre) en las personas diabéticas, ocasionando descompensación y desequilibrio del nivel de presión arterial.
Por otro lado, evitá realizar ejercicios físicos al aire libre entre las 10:00 y 17:00, horario en que el sol está mucho más fuerte. Se aconseja, además, no someter a caminatas en ese horario a los niños, adultos mayores, embarazadas, hipertensos, personas con sobrepeso u obesidad y cardiacos.
Niños y personas adultas mayores, los más vulnerables
La deshidratación es un cuadro bastante frecuente en esta época del año, debido a las altas temperaturas, que consiste en un trastorno en el que la cantidad de agua perdida por el organismo sobrepasa la cantidad del consumo. Los niños y personas adultas mayores constituyen algunos de los grupos más vulnerables ante esta afección.
En las personas mayores, la función de los riñones se va reduciendo, el mecanismo que regula la sed puede dañarse, poseen una menor cantidad de agua en el cuerpo y algunos beben poco intencionalmente, ya que sufren de incontinencia. Es por ello que las deben recibir cuidados constantemente para evitar un cuadro de deshidratación.
La deshidratación en personas adultas mayores puede presentarse con sed intensa, pérdida de apetito, malestar, fatiga, debilidad y dolores de cabeza.
Además, puede referir boca seca y pegajosa, poca orina, hormigueo en extremidades, somnolencia y nauseas. Incluso puede aparecer fiebre, alta frecuencia cardiaca y respiración, mareos, dificultad para hablar y respirar, confusión mental, debilidad muscular y labios azulados (cuadro severo).
Para contrarrestar el calor
Tomá una buena cantidad de agua a lo largo del día, de 2 a 3 litros diarios, no menos que esto.
Evitá realizar ejercicios físicos en exceso, sobre todo a exposición del sol.
Vestí adecuadamente cuando vas a realizar actividad al aire libre.
Evitá los diuréticos.
Consumí frutas y verduras frescas (sobre todo si son ricas en potasio).
Evitá permanecer en lugares con una temperatura muy elevada.
Consulta inmediata
Si presentás fiebre, letargo, confusiones mentales, náuseas y vómitos, recurrí rápidamente al servicio de salud más cercano.
Fuente: Ministerio de Salud.