Walter Báez dió sus primeros pasos en el oficio de artesano estando recluido en el penal de Tacumbú. Fue condenado a cinco años por producción de documentos no auténticos, de los cuales ya cumplió tres.
Estando encerrado, se profesionalizó en la confección de termos forrados personalizados. Se entusiasmó tanto, que hasta creó su propia empresa, denominada ”Tobi Artesanías”. La misma fue elegida por la Asociación de Artesanos para la confección de un regalo especial para el papa Francisco.
Nosotros pensábamos en qué podíamos colaborar
. La única forma de sentirnos cerca de él es hacerle un obsequio. Qué mejor que hacerle un termo”, expresa Walter, que al igual que los cinco artesanos que participaron de la confección, no profesa la religión católica, del cual es jefe el Papa argentino.
“Puede que sea llamativo que haya nacido un termo para el Papa de una iglesia cristiana. El Papa es un líder igual que nuestros pastores; es un líder cristiano”, agrega.