La plataforma le pagó una suma importante por hacerse con su historia para ‘¿Quién es Anna?’. Y no, no se la ha gastado en lujos como acostumbraba, ya le gustaría…
Contar la historia de la mayor estafadora de Nueva York no le salió gratis a Netflix, pero la idea de Shonda Rhimes era tan buena que la inversión merecía la pena. No se equivocaron porque ‘¿Quién es Anna?’, ha sido un éxito rotundo. Al ser una historia real había que pagar por sacar el relato de la periodista Jessica Pressler, pero lo verdaderamente importante era contar con el ok de la protagonista real de la serie: Anna Delvey que habría cobrado por ceder los derechos a la plataforma unos 320.000 dólares y ahora viene la mejor pregunta. ¿En qué se ha gastado todo ese dinero? Siguiendo su estela podríamos pensar que se lo habría fundido en lujos, pero nada más lejos de la realidad…. Ya le habría gustado a ella.
Sorokin no visitó Prada, ni se alojó en el mejor hotel, ni planificó un viaje en ‘jet’ privado, toda la pasta obtenida por compartir su drama con el mundo ha servido para tapar algunos de esos agujeros que dejó a su paso en el pasado. Concretamente, habría invertido unos 199.000 dólares para el City National Bank, otros 24.000 dólares en multas estatales y 75.000 dólares para sus abogados, según Insiders.
¿Cuánto le queda libre? Según los cálculos unos 22.000 dólares, pero es más que probable que tenga alguna deuda más pendiente y ni eso pueda disfrutar. Parece que a partir de ahora tendrá que renunciar a esa vida de ostentación al menos que vuelva a inventarse algo. Talento no le falta.
Fuente: Cosmopolitan