Los rumores que circulan lo catapultan como un juguete ideal para quienes padecen estrés, ansiedad, trastorno por déficit de atención e hiperactividad o depresión. Así, el popular invento arrasa en distintos lugares del mundo y nuestro país no es la excepción. Los spinners llegaron hace poco y la demanda en jugueterías es creciente
En los locales afirmaron que se venden unos 50 por día. El público, especialmente el infantil, no quiere perderse la experiencia de poner a girar en sus manos este elemento que está disponible en infinidades de colores y combinaciones con luces.
La televisión e Internet colaboraron con la difusión del spinner, que por estos tiempos causa un furor parecido al del “Tiki-taka” o el “Yo-yo” que se pusieron de moda en los 90.
Aunque no existe ninguna acción compleja para los usuarios, los giros largamente duraderos parecen entretener a grandes y chicos. La versión más común de este sencillo dispositivo es la que tiene tres puntas con un centro giratorio cada una, y a su vez rota a gran velocidad sobre un eje que se sostiene con la mano.
Sus diversos colores y figuras los hacen crear atractivos efectos visuales. Incluso hay algunos que brillan en la oscuridad.
Si bien el spinner revoluciona hoy el mercado del juguete por su simplicidad, su invención tuvo lugar hace unos 20 años, de la mano de una ingeniera estadounidense. Su propósito era ayudar a niños con autismo o trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) con la ansiedad.