La Web 3.0 es un concepto del cual hace rato se está hablando en Silicon Valley. Y aunque no hay una definición única de lo que es, sí se entiende que es una idea que hace referencia a la evolución de Internet como actualmente lo conocemos.
En el siglo pasado vivimos la creación de la web 1.0, el lanzamiento de los navegadores. Con la web 2.0 observamos cómo los usuarios crean contenidos para interactuar en plataformas y la web 3.0 significará la descentralización de internet y el surgimiento de una importante economía de creadores.
La web como la experimentamos actualmente es lo que se conoce como Web 2.0, es decir, cuando evolucionamos de aquella web de principalmente texto y lectura (Web 1.0) a lo que disfrutamos ahora con sitios web interactivos, sociales, y cargados de contenido multimedia que mayoritariamente están alojados en servidores centralizados.
¿Qué es exactamente la Web 3.0?
Básicamente, es la versión descentralizada de la internet. Aunque todavía está en fase de crecimiento, tiene el potencial de revolucionar la internet tal y como la conocemos hoy. El principio básico que seguirá es la descentralización: no habrá ninguna autoridad central que dicte o gobierne el uso de los datos.
Con la web3 o la Web 3.0 se está comenzando a vender la idea de que el futuro es darle la vuelta a este último punto y descentralizar la web para que funcione sobre blockchains (así como las criptomonedas tipo bitcoin y ethereum) potenciadas por redes P2P.
En la web3 las aplicaciones se llaman DApps (la ‘D’ es por descentralizadas) y la idea principal es que los desarrolladores no creen aplicaciones que se ejecuten en un único servidor, ni almacenen todos su información en una sola base de datos, que como pasa hoy en día constantemente, suelen estás alojadas y son mantenidas por un único proveedor de servicios en la nube.
En la web3, las DApps corren en la cadena de bloques, en redes centralizadas con múltiples nodos p2p, o en una combinación de las dos cosas, algo que se empieza a conocer como el “protocolo criptoeconómico”.
Para algunos, la Web 3.0 tiene que ver con el metaverso. Aunque el metaverso forma parte de la misma, es sólo una parte de la innovación que se produce en este espacio. El metaverso es una Internet basada en actividades en tiempo real que incluye la compra de artículos digitales, juegos, y/o la creación y compra de obras de arte digitales, entre otras cosas.
Por el momento no estamos ni cerca de que la web3 reemplace a la Web 2.0, y el blockchain tiene también de sus propios problemas y retos.
Fuente: The Verve
@caroljota