El presidente del Congreso Blas Llano, ayer autorizó mediante la resolución 1242 recortar rubros superfluos que conforman el presupuesto del Senado y del Congreso Nacional del corespondiente año.
Llano, empezó por los rubros de combustibles, pasajes y viáticos utilizados por los legisladores y funcionarios. El propósito consiste en reasignar recursos a Salud para enfrentar las calamidades del coronavirus.
En consecuencia, varios rubros fueron afectados. Algunos de los recortes se dieron en: construcciones por G. 3.000 millones, que estaba dentro de la clasificación de la gestión administrativa del Congreso; recortes en combustibles y lubricantes, por valor de G. 1.647.500.000, sumados los recortes tanto en Senado como en el Congreso; aporte a entidades educativas e instituciones sin fines de lucro por G. 1.000.000.000; en servicio y mantenimiento y el rubro de gastos de inversión y reparaciones mayores se pretende ahorrar entre G. 230 millones y G. 320 millones.
El “tijerazo” también alcanza a las remuneraciones extraordinarias y capacitación por G. 285.436.000.
Los recortes pretenden reforzar la ayuda y reasignar recursos a la lucha contra la pandemia del coronavirus.