A partir de la medianoche, Nueva Zelanda pasó al nivel uno, el más bajo de un sistema de alerta de cuatro niveles. Bajo nuevas reglas, no se requiere distanciamiento social y no hay límites para las reuniones públicas, pero las fronteras permanecen cerradas para los extranjeros. Nueva Zelanda no informó de nuevos casos de Covid-19 durante más de dos semanas.
La primera ministra Jacinda Ardern dijo a los periodistas que hizo “un pequeño baile” cuando le dijeron que el país ya no tenía ningún caso de virus activo.
“Si bien estamos en una posición más segura y fuerte, todavía no hay un camino fácil de regreso a la vida anterior a Covid, pero la determinación y el enfoque que hemos tenido en nuestra respuesta de salud ahora recaerá en nuestra reconstrucción económica“, dijo Ardern.
“Aunque el trabajo no está terminado, no se puede negar que este es un hito. Entonces, puedo terminar con un muy simple ‘Gracias, Nueva Zelanda‘”.
Nueva Zelanda entró en cuarentena por primera vez el 25 de marzo, estableciendo un nuevo sistema de alerta de cuatro etapas y entrando en el nivel cuatro, donde la mayoría de los negocios estaban cerrados, las escuelas cerradas y la gente decía que se quedaran en casa.
Después de más de cinco semanas, se trasladó al nivel tres en abril, lo que permitió la reapertura de tiendas de comida para llevar y algunos negocios no esenciales.
A medida que el número de casos comunitarios continuó disminuyendo, el país pasó al nivel dos a mediados de mayo.
El paso al nivel uno llega antes de tiempo: el gobierno originalmente había planeado hacer el cambio el 22 de junio, pero se presentó después de que no se informaran nuevos casos durante 17 días.
