La revisión del modelo de negocio permite al gigante del ‘streaming’ aumentar sus ingresos y evitar una caída en picado
Los malos augurios se cumplieron, pero solo en parte. Desde que la plataforma Netflix empezó a tambalearse en abril, al revelar que había perdido 200.000 suscriptores en el primer trimestre del año, y que esperaba perder dos millones en el segundo, tanto Wall Street como Hollywood aguardaban con expectación los resultados cosechados entre abril y junio, por lo que puede indicar sobre el rumbo de un fenómeno, el del streaming, que no pocos consideran que ha tocado techo.
En una jornada de generalizadas ganancias en el parqué -los tres índices principales se han anotado este martes casi un 3%-, la plataforma que en su día lideró el fenómeno del entretenimiento a demanda ha confirmado parcialmente las previsiones, con una pérdida de un millón de suscriptores entre abril y junio, la mitad de lo previsto. La compañía ha visto crecer sus ingresos un 9% a 7.900 millones de dólares, unos beneficios que habrían sido mayores si el valor del dólar no hubiera empujado a la baja el del resto de las divisas mundiales. La mayor defección de clientes en la historia de la compañía no le ha impedido, sin embargo, salvar los muebles.
Netflix lleva los últimos tres meses ajustando su modelo de negocio para enfrentar el resto del año, en una época de creciente incertidumbre económica. Entre otras medidas adoptadas figuran el despido de 450 empleados y el anuncio de un nuevo nivel de suscripción, de cuota más barata pero, a cambio, abierto a la publicidad; también la revisión del sistema que permite el uso compartido de contraseñas, es decir, la imposición de un cortafuegos que muchos consideran se ha abordado demasiado tarde. Las decisiones del gigante del streaming se siguen con lupa entre la competencia, pues pueden marcar una nueva vía, sobre todo en lo relativo a romper el tabú de la publicidad. Otras plataformas que son competencia directa, como HBO, ofrecen desde hace tiempo dos niveles de suscripción, con distintas cuotas según ofrezcan o no anuncios.
El pirateo de cuentas, perfectamente legítimo hasta ahora, priva también a Netflix de un número suplementario de clientes. La compañía tiene hoy casi 221 millones de suscriptores titulares, pues cree que hay decenas de millones más que comparten contraseñas en lugar de registrarse con sus propias cuotas. A principios de 2021, más de 850 millones de personas estaban suscritas a algún servicio de streaming en el mundo.
Además de sus problemas de gestión, Netflix también ha sufrido un revés en contenidos, ya que ha logrado menos nominaciones a los premios Emmy 2022 que su principal rival, HBO, a pesar de ofrecer una programación más abundante que la red de cable y su rama de streaming, HBO Max. HBO se hizo con 140 nominaciones frente a las 105 cosechadas por Netflix, un resultado que pone de manifiesto la dificultad creciente para las plataformas de producir continuamente contenido que resulte atractivo para el espectador.
Todos los datos cosechados desde abril habían puesto en guardia a Wall Street, donde las acciones de Netflix han perdido un 46% desde el informe de resultados del primer trimestre, y cerca de un 70% desde principios de año. El valor actualizado de los títulos se conocerá este miércoles, en la primera sesión tras la presentación de resultados.
La mayoría de los analistas daban por hecha una pérdida de suscriptores para el segundo trimestre en línea con lo pronosticado Netflix, a pesar del éxito de la cuarta temporada de Stranger Things, según la compañía la serie más reproducida de su historia. Los expertos pronostican nuevas dificultades para lo que queda del año, con suscriptores adicionales que pueden abandonar el servicio una vez finalizada la última temporada de la popular emisión. El temor se basa en la suposición de que Netflix ha tocado techo en número de suscriptores en Estados Unidos y Canadá y en que sus previsiones iniciales de crecimiento en el resto del mundo han sido exageradas. Algunos expertos reducen el mercado potencial total a 400 millones de clientes en todo el mundo, en lugar de los mil millones que la compañía ambicionaba.
Los resultados ambivalentes del segundo trimestre, con pérdida relativa de suscriptores y a la vez mayores ingresos, serán un escenario incierto para la experimentación del nuevo nivel de publicidad, un servicio que será impulsado por Microsoft, aunque persiste el temor a que la introducción de una opción más barata pueda canibalizar las suscripciones exentas de publicidad.
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Fuente: El País