Una nueva era de Afganistán se define en Kabul. Sin transición pacífica y con el caos como principal protagonista, los talibanes se hicieron con el poder en Afganistán. Acto seguido, aseguraron que “la guerra” había “terminado” y dijeron que pronto informarán del rumbo político y religioso que tomará el país.
“Hoy es un gran día para el pueblo afgano y los muyahidines. Han sido testigos de los frutos de sus esfuerzos y sacrificios durante 20 años”, dijo a la cadena de noticias árabe Al Jazeera TV Mohammad Naeem, portavoz de la oficina política de los talibanes. “Gracias a Dios, la guerra en el país terminó”, aseguró.
“Les aseguramos a todos que brindaremos seguridad a los ciudadanos y las misiones diplomáticas. Estamos dispuestos a dialogar con todas las figuras afganas y les garantizamos la protección necesaria (…) nos aseguramos de tener paz con todos. Estamos listos para lidiar con las preocupaciones de la comunidad internacional a través del diálogo”, aseguró desde Qatar, Naeem.
El líder de los talibanes y probable nuevo presidente de Afganistán, Mullah Baradar, también celebró el retorno al poder. “Hemos alcanzado una victoria que no se esperaba, deberíamos mostrar humildad ante Alá. Ahora es el momento de la prueba, ahora se trata de cómo servimos y aseguramos a nuestra gente, y aseguramos su futuro”, dijo
El aeropuerto de Kabul, la única vía de escape para diplomáticos y críticos del Talibán
A pesar de las promesas hechas por los talibanes en cuanto a la transición pacífica y el respeto a todas las personas, son muchos los que temen por su futuro inmediato debido a sus relaciones con el Gobierno hasta ahora vigente. La capital afgana se vio colapsada de vehículos que tratan de llegar al aeropuerto para salir del país, igual que los pasos fronterizos con países vecinos. Muchas de estas personas incluso abandonaron sus coches para caminar hacia las terminales.
En el aeropuerto cientos de personas se peleaban por un puesto en un avión que los sacara del país y durante horas helicópteros trasladaron hasta allí al personal diplomático de múltiples misiones internacionales.
Más de 60 países piden a los talibanes dejar salir a los ciudadanos afganos que quieran hacerlo
Todos aquellos periodistas, activistas políticos, policías o militares que en un pasado lucharon contra los talibanes ahora temen especialmente por su vida. A esto hay que sumar que las noticias que llegan de personas que huyen de provincias bajo el control talibán no son muy esperanzadoras.
Muchas de las calles de Kabul son un campo de desplazados internos de otras provincias que huyeron de sus casas para no enfrentarse al ejército talibán. Estas personas acudieron a la capital conscientes de que era la última opción que tenían de evitar el poder islamista y con las esperanzas de que se resistiera varios meses más. En parques de la ciudad se han instalado campamentos provisionales donde miles de personas viven hacinados con lo mínimo.
FUENTE: FRANCE24