En lo que podría considerarse un radical cambio de postura, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, propuso este lunes que los republicanos y demócratas endurezcan el control de armas de fuego, vinculando también la iniciativa a una reforma migratoria.
“No podemos dejar que aquellos asesinados en El Paso, Texas y Dayton, Ohio, mueran en vano. Lo mismo para aquellos que fueron gravemente heridos. Nunca podremos olvidarnos de ellos y de aquellos que pasaron por lo mismo antes. Republicanos y Demócratas deben unirse y realizar fuertes controles, quizás unificando esta legislación con la muy necesitada reforma migratoria. “Debemos hacer que algo bueno, si no GRANDIOSO, salga de estos dos eventos trágicos!
El primer tiroteo se registró luego de que Patrick Crusius eligiera un Walmart, una gran superficie abarrotada un sábado por la mañana, en donde después liquidó con un arma semiautomática a 20 personas e herió a otras 26.
Por su parte, Connor Betts de 24 años, asesinó a nueve personas, e hirió a 27, en la madrugada del domingo en Dayton, al sudoeste de Ohio.
Más tarde ese mismo día, ocurrió un tercer tiroteo en Chicago, Illinois, dejando un saldo de 7 heridos de entre 19 y 25 años de edad.
Ese mismo día Trump había declarado que “el odio no tiene lugar en nuestro país”, aunque luego también culpó a la presunta enfermedad mental de los tiradores por la violencia reciente, algo que no ha sido confirmado.