El Teatro Dolby de Los Ángeles volvió a brillar anoche para acoger la 91 edición de los premios Oscar. Sobre la alfombra roja los invitados lucieron sus mejores galas pero solo algunos causaron sensación con sus estilismos en la gran fiesta del cine.
Lady Gaga impactó con un vestido de negro de Alexander McQueen. Un diseño muy estructurado que tenía el escote palabra de honor, volumen en la cadera y una falda larga también con mucho volumen que la cantante y actriz combinó con unos guantes largos del mismo tono.La intérprete rindió un homenaje a Audrey Hepburn con su estilismo, ya que llevó el collar de Tiffany & Co que la actriz lució en la película ‘Desayuno con diamantes’ y que estaba valorado en 30 millones de dólares.
Jennifer López deslumbró con este diseño metalizado de Tom Ford con cuello alto, manga larga y falda lápiz. Un vestido que parecía estar formado por miles de trozos cristal espejo con el que la cantante y actriz estaba espectacular y que completó de manera acertada con sus joyas y su bolso de mano.
Charlize Theron, que estrenaba color de pelo, estaba radiante con este diseño azul cielo de Dior con cuello perkins, manga larga con volumen en los hombros y falda acabada en cola.
Irina Shayk apostó por el negro con un diseño de manga larga y cuello vuelto de Burberry. Un vestido diseñado por Riccardo Tisci, gran amigo de la modelo rusa.
Glenn Close se vistió con un traje dorado y capa de tela metálica que pesaba 20 kilos. Un diseño que tenía el sello de Carolina Herrera con el que la actriz brilló.
Billy Porter rompió los estereotipos con un esmoquin-vestido de Christian Siriano. Un diseño de terciopelo negro con una falda voluminosa con el que sin duda causó sensación y dio toda una lección sobre la alfombra roja más mediática.
Rachel Weisz llevó uno de los diseños más arriesgados de la noche firmado por Givenchy. Un diseño rojo de Alta Costura compuesto por un ‘cropped top’ de látex que contrastaba con una delicada falda de tablas con flores bordadas dando un toque romántico al ‘look’ que coronó con una bonita diadema de Cartier.
Brie Larson apostó por un vestido metalizado en tono plata de Céline. Un diseño de línea minimalista que tenía un favorecedor escote ‘halter’ y una gran abertura lateral en la falda que dejaba ver sus sandalias de tiras plateadas.
Ashley Graham fue una de las invitadas más elegantes con este ceñido vestido negro de Zac Posen con el que marcó sus curvas de una manera sensacional.
Emma Stone acaparó todas las miradas con este diseño, con efecto mosaico en tono marrón y detalles dorados de Louis Vuitton.
Sarah Paulson fue una de las invitadas que se sumó al color de la noche, el rosa, con este impactante vestido de Brandon Maxwell que parecía estar dividido en dos.
Regina King fue la novia de esta 91 edición con un diseño blanco con escote y abertura lateral. Un sencillo pero elegante diseño.
