¿Los chicos deberían utilizar tanta tecnología? Es una de las preguntas más controversiales de este año. Algunos dicen que su uso genera curiosidad y motiva al aprendizaje, mientras otros están completamente en contra y expresan que las tablets y smartphones perjudican enormemente la educación.
Ciertos estudios sostienen que dispositivos como los nombrados anteriormente generan estímulos tan rápidos e intensos que el cerebro del pequeño no tiene la capacidad para manejarlos. Los que están en contra también hablan acerca de déficit de atención, obesidad, poca socialización, adicción y aprendizaje lento, como consecuencia de una mala utilización.
Es cierto que los niños necesitan estímulos del entorno, por lo tanto; si están expuestos a elementos como pinturas, instrumentos musicales, libros, probablemente serán más creativos ya que leer, pintar y ejecutar instrumentos motivan la capacidad de desarrollo tanto emocional como social.
CADA PADRE SABE LO QUE ES MEJOR PARA SUS HIJOS
Todos estamos de acuerdo que estos gadgets electrónicos ayudan a “tranquilizarlos” momentáneamente. No estamos para juzgar, simplemente para concienciar que la tecnología nos sirve en la medida que sabemos utilizarla. Si el objetivo es dejar a los pequeños entretenidos un rato mientras uno hace otras cosas, estos aparatos cumplen perfectamente esa función, pero nada más.
¿QUÉ HACER ENTONCES?
Algunos padres hablan sobre la eficacia del método Suzuki, una técnica tanto de educación como de filosofía fundada en el respeto al niño como persona. Según el concepto que manejan la habilidad no se hereda si no que se aprende. El doctor Shinichi Suzuki fue violinista, educador, filósofo y no desarrolló su método para entrenar a músicos profesionales, sino para ayudar a los niños a desarrollar sus capacidades como seres humanos.
Lo mejor, según varios sicólogos, es estar con los niños. Pero estar enserio. Compartir con ellos, hablar, jugar, pintar, leer, motivarlos de manera natural a que se desarrollen como personas. Los juguetes tradicionales, como los rompecabezas o los recortables, y la socialización con otros niños es fundamental para su crecimiento.
También se habla sobre el uso consiente de los aparatos, siempre y cuando los padres sean ejemplos y demuestren que no es bueno abusar. Ellos mismos tienen que ser los principales supervisores para que estos gadgets, que pasaron a ser objetos cotidianos de los más pequeños de la casa, se utilicen de forma limitada y de esta forma no lleguen a ser perjudiciales.