La NASA detectó agua en la Luna, y además lo hizo en su superficie y en cantidad más que suficiente para abastecer las necesidades de las futuras colonias humanas que, durante los próximos años, se establecerán en nuestro satélite de forma permanente.
La agencia espacial norteamericana llevaba varios días hablando sobre un anuncio «nuevo y emocionante», un descubrimiento hecho en la Luna gracias al Observatorio Estratosférico de Astronomía Infrarroja (SOFIA), un telescopio de infrarrojos montado en un avión Boeing 747 modificado.
El hallazgo, que se publica esta semana en dos artículos en «Nature Astronomy», no solo implica la detección directa de agua molecular (H2O) en la Luna, sino que señala también la existencia de grandes áreas, alrededor de los dos polos lunares, en las que el agua podría estar atrapada de forma estable. Lo cual significa que podría ser fácilmente recuperada por los futuros astronautas.
La conclusión de los estudios es que en la Luna existen varios procesos capaces de producir agua de forma eficaz, y lugares en los que esa agua puede quedar almacenada en forma de depósitos de hielo.
FUENTE: ABC.ES