Detrás de la ropa low-cost de la marca se esconden pésimas condiciones laborales. Así lo reveló un documental que muestra los abusos que deben soportar las trabajadoras para subistir.
SHEIN es una de las marcas de fast-fashion y low-cost más exitosas del mundo. Desde una aplicación puedes comprar prácticamente cualquier prenda en tu talla, a precios extremadamente bajos (al menos en comparación con otras tiendas, incluso de moda rápida y “desechable”). Pero ese precio tan bajo y la rapidez con la que se renuevan los productos de su catálogo no vienen de la nada. Una investigación encubierta de la periodista Iman Amrani reveló en ‘Untold: Inside the SHEIN machine’ que dentro de las fábricas que trabajan para la marca se esconden la explotación laboral y otros abusos.
En el pasado se viralizaron extraños mensajes en las etiquetas de la ropa de SHEIN en los que los trabajadores pedían ayuda ante las pésimas condiciones bajo las que eran obligados a confeccionar las prendas: “Necesito tu ayuda”, decían. La marca lanzó un comunicado en el que informó que realizaría una investigación y, aparentemente, el asunto quedó ahí. Sin embargo, las personas que se infiltraron recientemente en las fábricas que trabajan para la marca descubrieron que esas pésimas condiciones laborales son reales.
‘Untold’ muestra que, para llegar a las altas metas que exigen a sus empleados (y que les permiten seguir siendo una de las marcas de fast-fashion más exitosas del mundo), estas fábricas subcontratan personal, al que exigen trabajar hasta 18 horas al día e incluso deben lavarse el cabello en su lugar de trabajo y durante sus horas de comida, porque no tienen tiempo libre suficiente para hacerlo. “Aquí no existen los domingos”, declaró una de ellas.
Su salario mensual ronda los 600 euros (unos 11 mil pesos mexicanos). Pero si cometen errores en la cadena de producción, algo que es muy probable dado que están sometidas a mucha presión, se les multa y descuenta hasta dos tercios de su sueldo.
De esa manera, los bajos precios de la ropa de SHEIN, del empresario Chris Xu, se mantienen a costa de la explotación de personas en fábricas chinas, que no tienen otra opción de empleo y deben soportar esos abusos para subsistir. Un empleado anónimo señala en el documental que su día inicia a las ocho de la mañana y muchas veces debe trabajar hasta las dos o tres de la madrugada del día siguiente.
A partir del lanzamiento de ‘Untold’ para la cadena británica Channel 4, SHEIN lanzó un comunicado en el que se limitan a asegurar que realizarán una investigación sobre lo que ocurre en estas fábricas. Pero las noticias de la explotación laboral no son nuevas: la organización de derechos humanos Public Eye ya había señalado que las trabajadoras y trabajadores eran obligados a laborar durante 75 horas a la semana, cuando la ley indica que se debe respetar el máximo de ocho horas diarias y 40 semanales.
Fuente: Cultura Colectiva