El artista felicitó al pueblo por apropiarse del retablo que construyó para la misa del Papa Francisco. Sostuvo que es una historia que no va a olvidar.
“Fue una etapa maravillosa, hubo mucha gente que participó llevando llevando maíz, coco, o lo que podían” dijo. Para Koki, esta es una historia que será recordada por siempre, ya que el cariño, la ilusión y la esperanza compartida con la gente formaron lazos que permanecerán.
Con lo que respecta al Sumo Pontífice, el artista indicó que Paraguay solamente “le está devolviendo el cariño que le tiene”. “Nosotros nos sentimos queridos por él, de la misma manera en que él quiere a la mujer paraguaya”, añadió.
Para la realización del retablo fueron utilizadas 25.000 espigas de maíz, 1.000 calabazas y 200.000 cocos en los que una gran cantidad de personas estamparon mensajes y deseos para el Papa, reivindicando el estilo barroco guaraní y la agricultura familiar campesina.