Katy Perry ha vendido más de 85 millones de discos a nivel mundial y es una de las figuras con mayor cantidad de seguidores en las redes sociales. Con este trasfondo, quizás ella entiende que puede darse el lujo de hacer ciertas exigencias cuando visita un país en concierto, y Puerto Rico no será la excepción.
La estrella pop pidió que se le garantizara privacidad absoluta, no solo a su llegada a la Isla, sino también durante su estadía. Es por esa razón que los operativos relacionados a su arribo se han dado dentro de un marco de hermetismo. Su llegada, según aseguraron fuentes a Primera Hora, se realizarán bajo estrictas medidas de seguridad.
La intérprete de Roar llegará en un vuelo privado y se ha coordinado de forma tal que tan pronto baje las escaleras de su jet privado, se monte inmediatamente en el vehículo que la espera.
Luego de su presentación de esta noche en el Coliseo de Puerto Rico –como parte de su Prismatic World Tour- la cantante se dirigirá a Panamá, donde se presentará el 15 de octubre. Mientras, el 18 de octubre ofrecerá su espectáculo en Costa Rica, país donde concluirá su gira en Latinoamérica.
Se desconoce si en Puerto Rico será igual, pero la prensa panameña y costarricense reseñó que la cantante exigió un camerino amplio con lámparas francesas, tapetes cremas y un vino en específico. Mencionaron, además, que la artista, al parecer, no quiere saber de reguetón, porque solicitó que no se toque ese género musical en su presencia.