Katy Perry siempre se mostró muy abierta a la hora de hablar sobre su infancia en el seno de una familia muy religiosa, aunque ello conlleve reconocer que en su día participó en boicots y protestas contra otros artistas.
“En mi familia, sabíamos de la existencia de Madonna porque íbamos a su concierto a boicotearla”, explica la intérprete acerca de su educación cristiana en una entrevista a la revista Vogue. “En mi casa íbamos a la iglesia los domingos por la mañana, los domingos por la noche, los miércoles… No se celebraba Halloween y los regalos de Navidad te los traía Jesús”
A pesar de ser consciente de que creció “en una burbuja dentro de una burbuja”, hasta el punto de que se le impedía o no interactuar con los demás en función de su orientación sexual, la estrella del pop considera que su curiosidad innata ha contribuido a compensar su falta de exposición al mundo.
“En la escuela, la educación no era la prioridad. Mi verdadera educación comenzó a los 20 años, y aún me queda mucho por aprender. No se me permitía hablar con personas gays y había cierto componente de racismo. Pero yo nací haciendo preguntas, haciendo preguntas sobre todo desde el primer momento, y estoy muy agradecida de ser así. Mi curiosidad me ha traído hasta aquí. Si no entiendo algo, pregunto acerca de ello”.
Afirma también que recién a los 15 años pudo escuchar a Queen y sentirse liberada y aceptada tal cual es.