El descanso de la Super Bowl es uno de los momentos que más miradas acaparan durante el año, casi más incluso que el propio partido de fútbol americano en sí. Uno de los acontecimientos del año a nivel internacional, que se preparara con meses de antelación, y que en 2020 tuvieron la oportunidad de compartir dos súper estrellas, Jennifer López y Shakira, que presumieron como nunca de orgullo latino.
Las dos lo dieron todo sobre el escenario en su espectáculo, que apenas duró un cuarto de hora, con la colaboración especial de artistas de la talla de J Balvin, Bad Bunny y la hija de Jennifer Lopez, Emme Muñiz, que debutó y sorprendió a todos con su voz sobre el escenario. Un momento mágico, con el que parece que no todo el mundo quedó satisfecho. Al menos, es lo que ha revelado la propia Jennifer López, que ahora asegura que compartir el escenario con Shakira “fue la peor idea del mundo”.
La artista neoyorquina estrenó su documental Halftime en la inauguración del Festival de Tribeca en la Gran Manzana, donde dejó a todos impresionados luciendo un vestido imposible de transparencias de Tom Ford, que le sentaba como un guante y dejaba más bien poco a la imaginación.
Un documental que se presentaba muy cerca del Bronx, el barrio donde creció la actriz, y que cuenta algunos detalles inesperados, como sus sentimientos tras su exitosa actuación en el descanso de la Super Bowl. La neoyorquina es consciente que hicieron historia para todos los latinos durante su actuación, pero confiesa que sintió que no fue la mejor decisión tener a dos artistas tan potentes sobre el escenario.
“Tenemos seis minutos. Tenemos 30 segundos de una canción, y si nos tomamos un minuto, eso es todo, nos quedan cinco”, se queja la artista en el documental, haciendo referencia al poco tiempo que tenían de actuación: “Tenemos que tener nuestro momento. No va a ser una maldita revista de baile. Esta es la peor idea del mundo que dos personas actúen en la Super Bowl. Fue la peor idea del mundo”, añadió, no quejándose de tener que actuar con Shakira como artista, sino de toda la idea de organización y fatal división del tiempo.
Además, la artista también revela que la actuación de su hija Emme, fruto de su matrimonio con Marc Anthony, casi no se llevó a cabo. Para ella, el hecho de que las niñas apareciesen en jaulas era algo vital: “Para mí era muy importante que mi hija les dijera a todas las niñas del mundo que alcen su voz”, asegura, insistiendo en que no se trataba de “política”, sino de “un asunto de derechos humanos”. Unas niñas que también acudieron a la presentación del documental, donde abrazaron emocionadas a la artista, a la que le entregaron un enorme ramo de flores.
Fuente: La Vanguardia