Este robot humanoide, llamado iCub, se convertirá en todo un Iron Man tras darle la capacidad de volar.
El uso de robots para el rescate de personas en desastres naturales está cada vez más estudiado. Estos dispositivos pueden llegar más fácilmente a los lugares a los que los humanos no pueden acceder, poseen herramientas para levantar barreras, abrir puertas o cualquier otra tarea necesaria y, por supuesto, no se pone a una persona en peligro para hacerlo. Además, existen drones que pueden utilizarse para encontrar a las víctimas desde el aire en lugares de difícil acceso. ¿Pero por qué elegir? Lo ideal sería un robot que pudiera hacer ambas cosas. Por eso, un equipo de científicos del Istituto Italiano di Tecnología está realizando mejoras en iCub, un robot humanoide que, dotado con un jetpack, podría convertirse en un superhéroe muy similar al Iron Man de Marvel.
El robot ya existía previamente. Tiene rasgos similares a los humanos y la estatura de un niño. Es capaz de abrir puertas, cerrar válvulas y otras tareas necesarias en el rescate de víctimas de desastres naturales. Además, su locomoción bípeda le da la posibilidad de caminar y subir escaleras. Pero no vuela. Eso le da la capacidad de inspeccionar escenarios a ras del suelo, pero no de poder observar desde arriba para encontrar más rápidamente a dónde debe dirigirse la ayuda.
La piel sensible de todo el cuerpo del robot le permitirá interactuar físicamente con su entorno, incluidas las personas, lo que lo ayudará aún más a apoyar a los rescatistas durante los desastres.
«Cada año, alrededor de 300 desastres naturales matan a unos 90.000 humanos y afectan a 160 millones de personas en todo el mundo», dice el laboratorio.
El objetivo de iCub es cerrar la brecha entre los rescatistas humanos y los robots, lo que le permite ayudar tanto en interiores en escenarios como terremotos, al mismo tiempo que es eficaz en exteriores.
iCub también tiene una cabeza y un torso que son capaces de inclinarse y girar, y múltiples articulaciones a lo largo de su brazo y manos le permiten mover, manipular y levantar objetos.
Para convertirlo en un Iron Man, estos científicos italianos planean colocar a su robot humanoide, de 104 centímetros de altura y 33 kg de masa, dos motores de propulsión. Estos se están estudiando independientemente en un banco de pruebas experimental. ¿Pero cómo se manejará en el aire una vez que se le coloquen?
Para saberlo es necesario estudiar su aerodinámica, por lo que están realizando simulaciones a ordenador de dinámica de fluidos.
Y, con los resultados obtenidos, han comenzado a analizar los algoritmos necesarios para que pueda regular la altura y la posición desde el aire. Así, inicialmente actuaría como un dron, capaz de localizar su objetivo desde el aire, pero con la capacidad de lanzarse él mismo a dar su ayuda. Como un verdadero Iron Man.