Holanda ya viene siendo el “país modelo” desde hace un tiempo. Conocido por sus amigables políticas con el medio ambiente, ahora vuelve a ser noticia por un tema que sigue siendo una lucha en muchos lugares del mundo: es el primer país sin perros abandonados en sus calles.
En el año 1800, Holanda era un país en donde más de la mitad de la población poseía al menos un perro, es por eso que desde el siglo 19 se empezaron a cobrar impuestos para controlar la cantidad de perros por familia, pero esto fue contraproducente ya que algunas personas, al no poder pagar, muchas veces echaban a sus mascotas a la calle, donde estaban expuestos a todo tipo de peligros e infecciones. Campañas y movimientos surgieron a partir de esto, las personas empezaron a pelear por los derechos de los animales, a educar y concienciar acerca de la importancia de ser responsable con el cuidado de las mascotas. A fines del siglo 20, Holanda ya contaba con leyes que protegían a los animales.
El cambio no fue de la noche a la mañana, estos fueron algunos de los pilares que lo hicieron posible:
-Creación de leyes de protección animal y sanciones a quienes abandonan y/o maltratan animales (en Holanda, el abandono y maltrato es considerado una falta grave, con penas de hasta 3 años de cárcel).
-Campañas de esterilización y castración (El gobierno financia hasta el 70% del costo).
-Impuestos de aproximadamente $17mil por maltratar o no cuidar bien a su animal.
-Educación y campañas de concientización a nivel nacional.
-Campañas que instan a adoptar en vez de comprar.
Gracias a más de los 200 años cultivando una conciencia animal, hoy Holanda es un ejemplo a seguir.