Con el avance de la vacunación y la resistencia de una parte de la población a inmunizarse, algunos países europeos se vieron obligados a echar mano de esta medida poco popular para poder atajar la ola de la variante Delta.
Desde este miércoles en Francia cualquier ciudadano que quiera acudir al cine, al teatro, a un museo o algún evento de más de 50 personas deberá presentar test negativos o certificados de vacunación para poder acceder.
La Asamblea Nacional estudiaba el miércoles al cierre de esta edición extender estas medidas a partir del mes de agosto a trenes de larga distancia, bares, restaurantes, centros comerciales y hospitales. Pero no será necesario para acceder a los colegios, como exigía el Consejo Superior de Salud Pública.
El primer ministro francés, Jean Castex, explicó el miércoles que los profesionales cuyos establecimientos estén sujetos al pase de salud serán los encargados de verificar el documento presentado por su cliente. Sin embargo, solo la Policía podrá verificar su identidad. Además, las personas vacunadas ya no tendrán que aislarse si son casos de contacto y además ya no será necesario que lleven las mascarilla en aquellos recintos sometidos al ‘pase sanitario’.
Italia sigue los pasos de Francia
La misma ruta tiene previsto emprender Italia. Para moverse en Italia será necesario el pasaporte verde digital, que se obtiene con una doble dosis de vacuna contra el Covid. El consejo de ministros aprobará este jueves nuevas normas contra el Covid, que entrarán en vigor el lunes. Preocupa al gobierno y al comité técnico científico que le asesora la rápida difusión del virus, a causa fundamentalmente de la variante Delta. Las nuevas infecciones fueron este miércoles 4.259, y 21 fallecidos (el día anterior: 3.558 nuevos contagios y 10 muertos), con la tasa de positividad ganando dos decimales: sube al 1,8%. Los casos positivos desde el inicio de la pandemia, el 21 febrero de 2020, son 4.297.337, y los muertos 127.905.
El gobierno considera el pasaporte verde digital la vía principal, junto a la campaña de vacunación, para poner en seguridad al país y evitar un nuevo confinamiento en otoño, que difícilmente lo soportarían los italianos. También los presidentes regionales han dado su aprobación al pasaporte verde digital, que será obligatorio para viajar en avión, en tren o barco y poder entrar en todos los sitios en los que el hacinamiento facilita la propagación del virus, como bares, restaurantes, piscinas, gimnasios, estadios, cines, teatros, ferias y congresos. Además, el vigente estado de emergencia, que concluye el próximo 31 de julio, será prorrogado hasta el 31 de diciembre.
FUENTE: ABC.ES