Roger Federer se ha ganado el respeto de todo el mundo del deporte por sus impresionantes logros durante 2017, sin embargo, parece que el respeto de sus hijos es más difícil de ganar.
Galardonado con el trofeo suizo del deportista del año por séptima vez, fue un honor más coronar un año extraordinario en el que la leyenda del tenis regresó de una lesión devastada en 2016 para reclamar una multitud de títulos.
Con su récord de carrera de 95 títulos individuales y 19 torneos de Grand Slam, no se le puede culpar por sentirse algo contento con sus logros durante lo que ha sido un año de cosecha para el veterano suizo.
Sin embargo, admitió que al decirle a sus hijos que saldría a recoger un premio, la respuesta fue sorprendente.
“Después de la cena, mis hijos me preguntaron a dónde iba. Les dije que hay una gala de premiación donde podría ganar un premio. Luego me dijeron: ‘¿Pero no es Rafa el número 1?'”.
Rafa Nadal, el legendario jugador español, siempre ha sido una especie de espina en el lado de Federer a lo largo de su carrera, con un récord cabeza a cabeza superior de 23-15.