Cinzia Paolina De Lio fue contratada como profesora de Historia y Filosofía en diversos institutos de Italia, pero se no se hizo conocida por sus contenidos en clase sino por un triste récord: se ausentó 20 años de su trabajo y finalmente fue despedida.
Después de conseguir enlazar cantidad infinita de bajas por enfermedad, accidentes laborales, embarazo, razones familiares, asistencia a cursos de formación y otros motivos, la docente logró ser noticia en el mundo por su batalla legal para tratar de evitar el despido.
Una sentencia del Tribunal de la Cassazione confirmó recientemente su destitución al considerar que “no estaba preparada” para desarrollar su labor y que, cuando se decidía a acudir a dar clase, se comportaba de manera “no objetiva” con los alumnos.
Alumnos alertas por la docente que no trabajaba
Los alumnos fueron quienes encendieron las señales de alerta por las continuas ausencias y su falta de profesionalidad como docente.
De acuerdo al director de un instituto de la provincia de Venecia donde tenía su plaza, De Lio mandaba mensajes con el celular en medio de la clase, no escuchaba a los alumnos cuando les examinaba de forma oral y les ponía notas “de manera casual e improvisada”.
Pero además, durante su poco tiempo se asistencia, al parecer no llevaba el libro de texto y lo pedía prestado a algún joven, ni materiales para poder desarrollar la clase.
Por lo general, para justificarse, usaba excusas del tipo “no encontraba el libro” o que “no había podido hacer fotocopias”.
Qué decía el informe del director
El informe del director del instituto tras la denuncia de los estudiantes llevó a que las autoridades educativas ordenaran una inspección que, como era de esperar, desencadenó en el despido de la docente como empleada del Ministerio de Educación.
De acuerdo a los registros de los centros por los que fue pasando, De Lio resultaba totalmente ausente durante la primera década de su carrera profesional, mientras que en los 14 años posteriores acumulaba entre 40 y 180 días de media de baja al año por multitud de motivos.
La propia De Lio, hoy de 56 años, consideró que su caso era “absolutamente único y surrealista”, admitió al diario La Repubblica, sin brindar más detalles porque estaba “en la playa”.
Como era de esperar, De Lio no aceptó el despido por parte del Ministerio de Educación y presentó un recurso que fue recibido por el Tribunal de Venecia. Acto seguido, debió ser reincorporada a la plantilla docente.
Con las instancias prácticamente agotadas, el Ministerio recurrió al último organismo competente, la Cassazione, que al final falló recientemente en contra de los intereses de la profesora De Lio.
Lo que confirman también medio locales es que la docente aprovechó el tiempo alejada de la docencia por el que por supuesto recibía un sueldo para enriquecer su formación.
Se habría anotado en el Colegio de Periodistas, completó tres carreras y se especializó en “criminología, historia de la medicina y terapia con animales”, según De Lio a medios italianos.