El ejército de Estados Unidos contraatacó al Estado Islámico este sábado, bombardeando a uno de sus integrantes en Afganistán menos de 48 horas después de que un devastador atentado suicida perpetrado por el grupo mató a 169 afganos y 13 militares estadounidenses en el Aeropuerto de Kabul.
El Comando Central de EEUU dijo que llevó a cabo un ataque con drones contra un miembro del Estado Islámico en Nangahar que se cree que está involucrado en la planificación de ataques en Kabul. El ataque mató a una persona y el portavoz, capitán de la Armada William Urban, dijo que no sabían de víctimas civiles.
El ataque aéreo cumplió una promesa que el presidente Joe Biden hizo a la nación el jueves cuando dijo que los perpetradores del ataque no podrían esconderse. “Te perseguiremos y te haremos pagar”, dijo. Los líderes del Pentágono dijeron a los periodistas el viernes que estaban preparados para cualquier acción de represalia que ordenara el presidente.
El ataque, lanzado desde fuera de Afganistán, se produjo mientras el transporte aéreo de evacuados del aeropuerto de Kabul continuaba bajo una seguridad muy reforzada tras el atentado del jueves.
En tanto, la embajada estadounidense en Kabul emitió una alerta de seguridad instando a sus ciudadanos a abandonar “inmediatamente” las puertas del aeropuerto.