El establecimiento Legendary Lobster Pound en el área de Southwest Harbor, reconocido por sus deliciosos platos a base de mariscos y frutos de mar, ahora también lo será por ser el primero en buscar una muerte mas digna para estos animales, quienes antes de ser hervidos vivos, son colocados en recipientes con agua donde se les bombea humo de marihuana para que al inhalarlos, las langostas se relajen.
Como resultado, los crustáceos se calman de forma notoria y no utilizan sus pinzas como armas durante el momento previo a ser hervidas.
La organización PETA por su parte, no está contenta puesto que afirman que esto no ayuda a los animales ni a su destino. Aseguran que si quisieran que las langostas dejen de sentir dolor, no se las comerían.