Esta semana fue aprobado por el Parlamento francés la “Ley de confianza en la vida pública”, que consiste en sanciones para aquellos que hagan un mal uso y/o abusen de sus cargos. La nueva legislación regirá el comportamiento de los funcionarios electos e incluye el fin de la “reserva parlamentaria”, un fondo financiero que tanto diputados como senadores distribuían entre las comunas y asociaciones como estimara conveniente.
La nueva norma fue promovida por el ahora PresidenteEmmanuel Macron, durante su campaña política.
Con la nueva ley, funcionarios, ministros, diputados y otros cargos de representación local no pueden contratar a su cónyuge, pareja, padres o hijos. Y si son descubiertos, enfrentan una pena de tres años de cárcel y 45.000 euros de multa.