Todo comenzó el sábado cuando el CEO más rico del mundo afirmó que se desprendería del 10% de su participación en Tesla si los usuarios respondían por un “sí”. De los 3,5 millones de entre ellos que votaron entre sábado y domingo, 57,9% respondió “sí”. Pero la venta más esperada por los inversores aún no ocurrió.
“Últimamente se habla mucho de que las ganancias no realizadas son un medio de evasión fiscal, sólo propongo vender el 10% de mis acciones de Tesla”, dijo Musk ayer, y agregó que no recibe un salario en efectivo o una bonificación “de ninguna parte” y que sólo tiene acciones.
Un cálculo de Reuters sugiere que las acciones tienen un valor de 21.000 millones de dólares y que, si las vendiera, se enfrentaría a una gran factura fiscal.
La última maniobra de Musk en Twitter se produce mientras los demócratas del Senado de EE.UU. presentan una propuesta para gravar las acciones de los multimillonarios y otros activos negociables para ayudar a financiar la agenda de gasto social del presidente Joe Biden.
La legislación llenaría un vacío legal que ha permitido a las personas aplazar indefinidamente los impuestos sobre las ganancias de capital.
Musk ha criticado la propuesta diciendo: “Al final, se quedan sin el dinero de los demás y entonces vienen a por ti”.
Antes de conocerse los resultados de la encuesta el presidente del Comité de Finanzas del Senado, Ron Wyden, dijo que el hecho de que Musk pague algún impuesto no debería depender de Twitter.
El mes pasado, Tesla superó 1 billón de dólares en capitalización de mercado, convirtiéndose en la quinta empresa estadounidense en unirse a un club que incluye a Apple, Microsoft, Amazon y Alphabet.
“La caída no va a durar demasiado porque Tesla ha tenido un historial fenomenal de recuperarse de este tipo de liquidaciones”, dijo David Madden, analista de mercados de Equiti Capital en Londres.
@caroljota