Si eres buen observador, te habrás dado cuenta de que el príncipe Harry usa una pulsera en su mano derecha, en todo momento. No importa si se trata de un evento casual o es algo más formal, si lleva una playera tipo polo o un traje oscuro, Harry siempre tiene el brazalete puesto.
Aunque todos los miembros de la realeza deben apegarse a un estricto protocolo de vestimenta ( incluso los niños deben seguir ciertas reglas), el duque de Sussex nunca se quita este accesorio. A lo largo de varios años, lo ha lucido en su muñeca esta pulsera de plata con grecas negras.
El duque adquirió este accesorio durante su primer viaje a África. Harry y William permanecieron algunas semanas en aquel continente, luego de la muerte de la princesa Diana. En aquel entonces el príncipe tenía sólo 13 años y la pérdida de su madre representó un duro golpe.
En una entrevista con la revista Town and Country, Harry explicó: «Llegué por primera vez a África en 1997, justo después de que su madre muriera. Mi papá nos dijo a mi hermano y a mí que hiciéramos las maletas. Íbamos a África para alejarnos de todo eso».
Desde entonces el príncipe usa este brazalete, incluso en los momentos más importantes de su vida. Tanto en la propuesta de matrimonio a Meghan Markle, como en su boda, incluso en el funeral de su abuela la reina Isabel II pudimos ver que lo tenía puesto.
El hijo menor de Lady Di tiene una gran conexión con África. Para su ceremonia nupcial, tuvo un invitado muy especial: Mutsu Potsane, un chico huérfano al que conoció cuando tenía sólo 14 años y que es parte de la organización benéfica Sentebale (‘No me olvides’), creada en honor a Diana de Gales.