Por mucho es la estrella pop más importante de la actualidad, y ahora su poder ha llegado a alturas aún mayores y salido del ámbito musical gracias a su súper exitosa gira “1989 World Tour” llena de invitados especiales.
Se podría decir que Taylor Swift es una bebé Oprah, y el escenario es su versión del sillón de Winfrey. Por mucho es la estrella pop más importante de la actualidad, y ahora su poder ha llegado a alturas aún mayores y salido del ámbito musical gracias a su súper exitosa gira 1989 World Tour llena de invitados especiales.
De una manera típica de Swift, ha invitado a otros cantantes populares para que la acompañen en el escenario como Nick Jonas, Jason Derulo, John Legend y a sus amigas Selena Gómez y Lorde. Pero Swift, de 25 años, también ha compartido su escenario con la leyenda del folk Joan Baez y nuevos artistas como The Weeknd and Fetty Wap, que interpretó su éxito Trap Queen, una canción contemporánea de amor sobre preparar cocaína, entre otras cosas, con su amante.
Y luego llegaron los momentos poco ortodoxos de la gira: Ellen DeGeneres apareció en el escenario; Lisa Kudrow interpretó Smelly Cat de Friends,y el excompañero de elenco de Kudrow, Matt LeBlanc, llegó en un concierto en el que también estuvo Chris Rock. Julia Roberts caminó por el escenario como si fuera una pasarela mientras Swift interpretaba su éxito Style.
Su poder de convocatoria
“En las entrevistas siempre me preguntan cómo ‘hicimos’ que esas personas vinieran y la verdad es que todos los que han pasado por la pasarela en alguno de los conciertos ya estaban ahí para verlo”, dijo Swift a AP.
La estrella pop también invitó a deportistas a la tarima, de Kobe Bryant a Serena Williams a la selección femenina de fútbol, días después de que ganaran la Copa Mundial. Y no podían faltar sus amigas modelos, de Gigi Hadid a Karlie Kloss.
“En las entrevistas siempre me preguntan cómo ‘hicimos’ que esas personas vinieran a caminar y la verdad es que todos los que han pasado por la pasarela en alguno de los conciertos ya estaban ahí para verlo. Generalmente les pregunto cuando me saludan antes del show si quieren subir al escenario, luego les explico cómo funciona el elevador en el escenario y lo hacemos”, dijo Swift a AP.
Otros invitados de 1989 World Tour, que comenzó en Tokio en mayo han sido Justin Timberlake, Alanis Morissette, Natalie Maines de Dixie Chicks, Sam Hunt, Wiz Khalifa y Beck. “Muchas estrellas no quieren compartir la atención o no quieren que otras personas suban con ellas, pero a Taylor le encanta eso”, dijo Josh Duboff, quien entrevistó a Swift para la portada de Vanity Fair de septiembre.
La banda de chicas Fifth Harmony dijo que Swift aprendió la coreografía de su más reciente éxito, Worth It en 20 minutos tras bambalinas antes de que la presentaran ante 60.000 admiradores emocionados en Santa Clara, California. “Estaba llorando mientras cantábamos, de verdad, y ni siquiera podía cantar mis letras bien, especialmente cuando estuvo parada junto a nosotras”, dijo la integrante de la banda Dinah Jane Hansen.
Las modelos han sido otra parte importante de la gira, que termina el 12 de diciembre en Melbourne, Australia. Incluyen a Heidi Klum, Kendall Jenner, Lily Donaldson y Andreja Pejic. También están las amigas de Swift, como Lena Dunham y Hailee Steinfeld, que ayudaron a recrear su video Bad Blood en vivo junto a Kloss y Hadid.
“Ella es una gran inspiración para mí, lo sabe. Comenzamos nuestra amistad porque ella era una gran fan de mi música antes que todos los demás. Eso es algo muy lindo”, dijo la cantante Ellie Goulding, quien participó en el video de Bad Blood. “Creo que es una inspiración para muchas artistas femeninas más”.
Swift ha apoyado por años a sus colegas y su aprobación puede ayudar a impulsar sus carreras. La fama de Ed Sheeran aumentó después de que la cantante dijera que le encantaba su música en las redes sociales. Swift es la persona más seguida en Instagram con 46.5 millones de seguidores y tiene 63.5 millones en Twitter.