La domótica se basa en las tecnologías que se orientan en el control y la automatización inteligente de la vivienda.
Cuando pensamos en esta palabra, es fácil imaginar casas futuristas totalmente automatizadas mediante Inteligencia Artificial (IA), algo que resultaba lejano y propio de la ciencia ficción.
Desde hace algunos años los avances tecnológicos más sencillos ya se encuentran al alcance de cualquier persona, y es muy probable que en tu casa se utilicen herramientas tecnológicas que están dentro de esta nueva tendencia.
Está tecnología forma parte de lo que se conoce como el Internet de las cosas (Internet of Things o IoT) y cada vez es más común referirse a casas inteligentes, términos que hasta hace pocos años se aplicaban a ambientes corporativos .
Su objetivo principal es lograr la comodidad constante de las personas, y se han desarrollado un sinfín de sistemas tecnológicos automatizados que se han aplicado a distintos campos, primero en el ámbito laboral, para lograr más eficiencia los procesos de manufacturación y de comercialización, y luego para la vida cotidiana en el hogar.
Un ejemplo son los hogares que cuentan con servicios de streaming de vídeo, música y videojuegos que son manejados a través de un asistente virtual que, a su vez, es controlado por sencillas instrucciones dictadas por voz.
Otras aplicaciones de la domótica en el hogar pueden ser sistemas de riego para el jardín, gestión de sistemas de calefacción y aire acondicionado, instrumentos de cocina y limpieza como lavadoras y aspiradoras, todo esto programable con la ayuda de un asistente virtual o una aplicación móvil, con la finalidad de además de ahorrar tiempo, también tener un ahorro considerable en el gasto de energía.
Gracias al enorme avance en los últimos años, hoy no sólo podemos encontrar casas inteligentes, sino que también que la domótica ha sido aplicada para la construcción de edificios inteligentes, e incluso ciudades, como la que planea construir Google en un futuro cercano.