Las autoridades mexicanas detuvieron este jueves a Ovidio Guzmán, hijo del encarcelado narcotraficante Joaquín “Chapo” Guzmán, durante un operativo en la ciudad de Culiacán (noroeste) que desató intensos tiroteos y quema de vehículos, con saldo de un muerto y 28 heridos.
Guzmán fue capturado por el ejército y la Guardia Nacional acusado de liderar “la fracción Los Menores, afín al Cártel del Pacífico (o Cártel de Sinaloa), y es “hijo de Joaquín Guzmán Loera”, condenado a cadena perpetua en Estados Unidos, declaró a la prensa el secretario de Defensa, Luis Cresencio Sandoval.
El arresto se produjo tres días antes de la llegada a México del presidente estadounidense, Joe Biden, cuyo país ofrecía cinco millones de dólares por la captura de Ovidio Guzmán, alias “El Ratón”, quien fue trasladado a Ciudad de México en un avión de la Fuerza Aérea.
Imágenes difundidas por medios locales muestran a Guzmán, con barba y chaleco anaranjado, abordando un helicóptero que lo habría trasladado a la prisión de El Altiplano (Estado de México), donde su padre protagonizó una espectacular fuga en 2015.
El canciller mexicano, Marcelo Ebrard, descartó una extradición “express” y negó que la captura sea un gesto del gobierno para congraciarse con Biden, quien se reunirá el lunes con su homólogo Andrés Manuel López Obrador en Ciudad de México.
Dicho encuentro antecederá la cumbre de líderes de América del Norte, a celebrarse el martes.
Guzmán “tiene un proceso abierto en México que es lo que da origen a la orden (de captura). Entonces, yo supondría que lo que vamos a ver es un proceso en México conforme a la ley”, declaró Ebrard a la prensa, aclarando que el proceso de extradición seguirá su marcha.
Se trata de la detención más importante de un capo mexicano desde que el pasado 15 de julio fuera aprehendido Rafael Caro Quintero (el “Narco de Narcos”), quien lideró el extinto cártel de Guadalajara y es reclamado por Estados Unidos.
– Reacción violenta –
La detención de Guzmán, de 32 años, desató intensos tiroteos entre criminales y fuerzas de seguridad, y quema de vehículos en varios puntos de Culiacán. Un agente de la Guardia Nacional murió y otras 28 personas fueron ingresadas heridas a un hospital, informó el gobernador del estado de Sinaloa, Rubén Rocha.
La violencia se extendió al aeropuerto internacional de Culiacán, donde un avión de pasajeros recibió un impacto de bala momentos antes de despegar, al igual que una aeronave de la Fuerza Aérea, informaron la empresa Aeroméxico y el gobierno.
Videos difundidos en redes sociales muestran a los pasajeros acurrucados para protegerse de las balas, lo mismo que a trabajadores aeroportuarios resguardándose en los mostradores.
Las operaciones en la terminal aérea fueron detenidas, provocando suspensiones de vuelos en varios aeropuertos, en tanto se reportaron saqueos en algunos barrios de Culiacán.
El cártel de Sinaloa es considerado por la agencia antidrogas de Estados Unidos (DEA) como el principal responsable del tráfico de fentanilo, una droga 50 veces más potente que la heroína y que ha causado numerosas muertes por sobredosis en ese país.
Guzmán ya había sido detenido el 17 de octubre de 2019 en Culiacán, pero fue liberado por orden de López Obrador en medio de una asonada de la organización criminal.
El mandatario izquierdista defendió entonces su decisión, afirmando que se evitó un baño de sangre, cuando contingentes militares quedaron rodeados por civiles con armas largas.
Varios vehículos de carga y automóviles ardían este jueves en calles de Culiacán, de 800.000 habitantes, cuyas calles lucían desoladas tras registrarse escenas de pánico entre personas que buscaban lugar para protegerse. En total hubo 19 bloqueos.
A raíz de la escalada violenta, las autoridades suspendieron las clases en instituciones educativas, un partido de la liga profesional de fútbol y otro de béisbol.
– “Presión” de EEUU –
Para el especialista en seguridad David Saucedo, la detención de Guzmán “no es consecuencia de la visita de Biden, pero sí de la presión que los norteamericanos estuvieron realizando contra el gobierno federal” tras la fallida captura de 2019.
Los gobiernos de Biden y López Obrador dieron un giro a su cooperación antidrogas en 2021 para enfocarse en atacar la pobreza como causa del narcotráfico, tras 15 años de una estrategia militar que no logró doblegar a los poderosos cárteles.
Según las autoridades mexicanas, unas 340.000 personas han sido asesinadas desde 2006, cuando se desplegó dicho operativo.
La violencia en Culiacán se producía en paralelo a operativos en Ciudad de Juárez (norte, fronteriza con Estados Unidos), en los que fue abatido el señalado narcotraficante Ernesto Piñón, alias “El Neto”, quien se fugó junto con otros 24 presos de una cárcel de esa urbe el pasado domingo.
Durante el asalto al penal para rescatar a Piñón y las operaciones destinadas a recapturar a los evadidos murieron 26 personas: 10 guardias penitenciarios, siete presos, dos policías y siete presuntos pistoleros.
Fuente: AFP