Karlsruhe (Alemania), 15 dic (dpa) – Las autoridades alemanas detuvieron hoy al islamista Sven Lau, uno de los salafistas más conocidos en Alemania, en la región de Düsseldorf, acusado de pertenecer a una organización terrorista, informó una portavoz de la Fiscalía General del Estado.
El predicador de 35 años está acusado de ayudar desde 2013 a la organización terrorista Jamwa en Siria desde Alemania. Es altamente sospechoso de haber apoyado en cuatro casos a una organización terrorista extranjera, informaron las autoridades.
El iniciador de la “policía de la sharía”, con quien patrulló las calles de la ciudad alemana de Wuppertal, habría ayudado así al grupo terrorista Jamwa, vinculado al Estado Islámico (EI). Las dos organizaciones persiguen el objetivo de lograr el conocido como Estado de Dios, en el que rige la ley islámica (sharía).
De acuerdo con informaciones de las autoridades alemanas, Lau reclutó a dos yihadistas y proporcionó apoyo logístico y financiero, entre otras cosas.
Para el ministro de Interior de Renania del Norte-Westfalia, Ralf Jäger, esta detención desprende el mensaje de que el Estado de Derecho defiende contra la violencia y el extremismo.
“Con su propanga enaltecedora de la violencia y supuesta ayuda a personas necesitadas en las zonas de conflicto, predicadores salafistas como Lau crean el caldo de cultivo para radicalizar a los jóvenes”, alertó Jäger.
En abril la ciudad de Mönchengladbach le retiró el pasaporte a Lau y limitó la validez de su carnet de identidad a Alemania ya que existían indicios de que quería participar en la lucha en Siria. Lau acudió sin éxito a los tribunales.
De acuerdo con los servicios secretos alemanes, Lau servía como vínculo ideológico entre redes salafistas. Está casado y tiene cinco hijos. Tras una formación como mecánico industrial, trabajó durante un tiempo como bombero.
El pasado año desató la polémica en el país al crear un grupo de islamistas para patrullar la ciudad de Wuppertal intentando convencer a jóvenes musulmanes de cumplir con la ley islámica.
Vestidos con unos chalecos con la inscripción “policía Sharia” recorrían las calles por las noches instando a jóvenes musulmanes a no entrar en discotecas ni beber alcohol, consumir drogas o acudir a prostitutas.