Científicos australianos han descubierto que ciertos mohos de traspatio, como Aspergillus terreus y Engyodontium album, pueden descomponer uno de los plásticos más resistentes del mundo, el polipropileno, que se utiliza en la fabricación de envases de alimentos y películas transparentes.
Los hongos tardaron 90 días en degradar el 27% del plástico analizado y unos 140 días en descomponerlo por completo después de ser expuestos a rayos ultravioleta o calor. Este descubrimiento podría aliviar la carga de la crisis mundial del reciclaje en unos años.