Para los fanáticos de la saga Piratas del Caribe sin duda fue una mala noticia cuando el año pasado, Jean Bailey, presidente de producción en The Walt Disney Studios, dijo que no estaría Johnny Deep en la sexta entrega para interpretar al Capitán Jack Sparrow.
Según la revista Forbes esta decisión no es sólo artística, también significa un considerable ahorro en dinero y en problemas.
Deep generó varios inconvenientes durante el último rodaje y aparentemente agotó la paciencia de Disney. Tuvo varias demoras injustificadas en las grabaciones, llegó borracho más de una vez y tuvo problemas con trabajadores de la producción.
Pero además de todo esto, según Forbes, Disney se evitaría pagarle un contrato altísimo al protagonista. La publicación cuenta que en La venganza de Salazar, la quinta parte estrenada en 2017, Depp facturó 90 millones de dólares sobre un total de 220 para la realización de toda la película.
Todo indica que esta será la despedida del multifacético actor de Piratas del Caribe, película que no sólo le dio enormes cantidades de dinero, sino también una nominación al Oscar como Mejor Actor por su trabajo en La maldición del Perla Negra, la película que inició todo.
