El día grande de “Volver al Futuro”, ese 21 de octubre de 2015 al que viajaban los protagonistas de la película, fue celebrado con una reunión de sus artífices en la que quedó claro que, si tienen que elegir, se quedan con este 2015.
No hay coches voladores, pero tampoco máquinas de fax en el cuarto de baño. Así que, haciendo balance, el cerebro detrás de la icónica cinta, Bob Gale, opta sin dudarlo por el 2015 real.
“En el 2015 que imaginamos en los ochenta tenía al estudio llamándome a diario diciendo que estábamos gastando demasiado dinero. Mi esposa no me lo dice, así que creo que este 2015 es bastante mejor”, bromeó Gale a su llegada a un pase especial de la película en un cine de Manhattan.
Allí estaba también el grueso del reparto encabezado por Michael J. Fox (Marty McFly) y Christopher Lloyd (el doctor Emmett Brown), una réplica del DeLorean, el coche que servía de máquina del tiempo en la taquillera cinta, y decenas de ruidosos admiradores.
“Los fans de Volver al Futuro son la gente más obsesiva, inteligente, buena y amable del mundo”, dijo a Efe sobre ellos la actriz Claudia Wells, novia de McFly en la historia y que acompañaba a los protagonistas en su viaje a 2015. Wells también elige el presente frente a las fabulaciones del filme, pero paradójicamente, lo hace en parte a causa de la propia película.
“Me quedo con el verdadero 2015 porque soy muy feliz. A cualquier sitio al que voy la gente se porta muy bien conmigo, porque salí en Volver al Futuro”, aseguró.
Fox, por su parte, se mostró entusiasmado por el impacto que la película sigue teniendo casi tres décadas después y por la locura que se ha desatado alrededor del mundo con este 21 de octubre.
“Es increíble poder compartirlo con toda esta gente”, dijo a los periodistas antes de la proyección y tras un día en el que incluso el presidente de EE.UU, Barack Obama, quiso felicitarle. “¿Alguna vez piensas en el hecho de que vivimos en el futuro que soñamos entonces?”, le dijo Obama a Fox a través de Twitter.
El actor, en lugar de entrar en grandes reflexiones filosóficas, se mostró encantado de que uno de los grandes iconos de la producción, el monopatín volador, no se haya hecho habitual tras la manía que le cogió por los dolores de cabeza que le produjo durante el rodaje. “Me colgaban de cables, con esa tabla enganchada a los pies…”, recordó durante un coloquio previo a la proyección.
Gale, que coescribió y produjo la película, ya creía entonces que el monopatín volador no se haría real en este futuro del que sí anticipó bastantes cosas, desde las grandes pantallas planas de televisión a la videoconferencia o los drones.
De todos los desarrollos que nunca imaginó, Gale se queda sin duda con el teléfono inteligente. “El smartphone es el aparato por antonomasia de nuestra época y de verdad que no lo vimos venir”, dijo a Efe sobre la alfombra roja.
¿Y qué grandes desarrollos espera el padre de Volver al Futuro para los próximos treinta años?
“Creo que va a haber una enorme revolución en la tecnología médica. La gente podrá ser diagnosticada desde su propio hogar usando algún tipo de dispositivo táctil, un escáner de retina o algún aparato conectado al ordenador”, aseguró. El otro gran cambio, a su juicio, no será tan tecnológico, sino más cultural y consecuencia de una realidad que ya vivimos.
“Creo que la gente va a tener muchas menos cosas. Ya no necesitas un coche, puedes usar Uber. Ya no necesitas tener una bicicleta, puedes usar Citibike”, dijo en referencia a los nuevos servicios de transporte compartido.
Según Gale, uno de los fenómenos más interesantes de las próximas décadas será ver cómo la gente se adapta a esto y cómo la economía responde a un mundo en el que la gente ya no comprará tantas cosas.