Los alimentos “light”, publicitados por sus bajos contenidos calóricos y su aporte para controlar el peso, en realidad pueden hacer engordar más y favorecer otros problemas de salud, como la inflamación cerebral y trastornos metabólicos.
Los alimentos “light”, publicitados por sus bajos contenidos calóricos y su aporte para controlar el peso, en realidad pueden hacer engordar más y favorecer otros problemas de salud, como la inflamación cerebral y trastornos metabólicos.
Lo sugirió un estudio en animales publicado por la revista “Physiology & Behavior”, realizado por el veterinario Krzysztof Czaja de la Universidad de Georgia, Estados Unidos.
“Los alimentos bajos en grasas, que a menudo terminan en las neveras de los que buscan adelgazar, contienen en azúcares todo lo que no tienen en grasas, y aunque en efecto tienen menos calorías que la comida análoga normal, no surten los efectos esperados”, explicó Czaja.
El investigador lo comprobó exponiendo a ratones de laboratorio a una dieta con comidas “diet”, pobres en grasas y ricas en azúcares, y los comparó con otros roedores con una dieta balanceada con ambos elementos.
Pese a que los últimos comieron más grasas que los primeros, los ratones “a dieta” acumularon, con la mitad de calorías consumidas, la misma cantidad de grasa corporal que el otro grupo. Las “trampas” del organismo son varias y menos grasas significa siempre más azucares que le hacen mal al metabolismo y aumenta el riesgo de contraer diabetes, prosiguió Czaja.