Charlize Theron explicó su secreto tras la sorprendente transformación física que sufrió para interpretar a una madre desesperada, en Tully, su nueva película a estrenarse el próximo 2 de mayo.
La actriz debió subir 23 kilos, y no necesariamente de músculo. “Quería sentir lo que esta mujer sentía, y creo que quizás por eso esta vez he ido más lejos que nunca para meterme en la mente del personaje”, expresó.
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Para Charlize, la dieta que tuvo que seguir la hizo sentir deprimida, probablemente por la gran cantidad de comida procesada, refrescos con azúcar y comida basura que ingirió.
“Recuerdo que ponía la alarma a las dos de la mañana para levantarme y comer macarrones con queso que había dejado en la mesa al lado de la cama”.
Pero si ganar tanto peso fue difícil, bajarlo tampoco fue nada fácil. La actriz debió esperar un año y medio para recuperar su figura.