Se estrena en Amazon Prime Video una nueva versión del clásico cuento de hadas, protagonizado por la cantante Camila Cabello, en la que se subvierten todos los códigos tradicionales para adaptarse a los nuevos tiempos de inclusividad y feminismo.
En la nueva Cenicienta se canta y se baila al ritmo de himnos pop, el hada madrina es queer, la madrastra no es tan mala como parece y la protagonista no tiene como principal objetivo casarse con un príncipe azul, sino que sueña con ser dueña de su propia vida y abrir una tienda con sus diseños. Hay inclusividad de géneros y razas y un inequívoco aliento feminista. Es una Cenicienta confeccionada para que las nuevas generaciones se acerquen a los cuentos de hadas desde una perspectiva alejada de los estereotipos que han lastrado estas historias ancladas en el clasismo y la misoginia.
La responsable de la actualización de este clásico que Disney se llevo a su terreno para convertirlo en parte de la memoria colectiva es Kay Cannon, responsable entre otras cosas, de la saga ‘Dando la nota’, en la que un coro femenino desafiaba los clichés estudiantiles a ritmo de música.
“Creo que de alguna manera ‘Cinderella’ está conectada con ‘Dando la nota’, solo que, en este caso, la música se utiliza de una manera narrativa, para contar la historia. Eso fue una de las cosas que más me atrajo del proyecto, la idea de utilizar canciones contemporáneas para convertir el cuento en un musical juvenil”, dice la directora a través de una conversación de zoom. Entre los hits que aparecen encontramos temas de Queen, White Stripes, Salt-N-Pepa, Madonna o Jennifer Lopez.
La película, que era una producción de Sony Pictures, a causa de la pandemia fue finalmente adquirida por Amazon Prime Video, en cuya plataforma se ha estrenado este 3 de septiembre. El resultado demuestra que las buenas intenciones no siempre se encuentran a la altura de los resultado y que las tesis de partida, por muy necesarias que sean, necesitan algo más que ser un mero reclamo para resultar significativas. Como espectáculo camp, eso sí, ‘Cinderella’ no tiene desperdicio.
FUENTE: EL PERIODICO