De verdad, hay como 20 películas que explican por que esto es una MUY MALA idea.
Pero bueno, la cosa fue así: el esqueleto de una mujer del siglo 17 fue encontrado en Pien, Polonia, enterrado de una manera que en la época se utilizaba para sepultar a gente que se creía eran vampiros.
Los restos de la mujer tenían una hoz por la garganta que según la creencia de aquellos tiempos impediría que el vampiro se levantase de su tumba a buscar víctimas. El craneo tenía los dientes muy prominentes hacia adelante y se encontró también una capa de seda. Al mismo tiempo, sus tobillos tenían un candado para evitar que la vampira pudiese caminar.
Según historiadores que analizaron el caso, en ese tiempo en Polonia estas prácticas eran muy comunes porque sospechaban que existía una invasión de vampiros en las comunidades. Otras soluciones al problema de los muertos vivos era cortar la cabeza del cuerpo o enterrar el mismo boca abajo así cuando se despertaban mordían la tierra en lugar del cuello ajeno.
Fuente: Science Alert