Seguro que hay razones por las que Andrew Garfield podría no ser perfecto para un papel concreto, pero la que le dieron en 2007 nos descuadra un poco.
Hace ya 12 años que Andrew Garfield es un nombre habitual en la cima de Hollywood. Desde que en 2010 se estrenaran La red social y Nunca me abandones, Garfield consiguió hacerse con el gran sitio que sabía que le esperaba en la industria. Cuando dos años después encarnó por primera vez a Spider-Man, el estrellato estaba asegurado.
Pero, tal y como ha recogido Variety, ese éxito pudo haberse dado unos años antes. En una entrevista con Entertainment Today, Andrew Garfield ha confesado que hubo un papel por el que hubiera dado lo que fuera en 2007, pero para el que se quedó a las puertas.
Hablamos del papel del Príncipe Caspian. Después del gran éxito que tuvo la primera entrega de Las crónicas de Narnia, la segunda parte prometía ser el escaparate perfecto para que un joven actor como él saliera del anonimato.
Ben Barnes in The Chronicles of Narnia: Prince Caspian.
“Recuerdo que estaba totalmente desesperado por el papel. Hice la audición para el Príncipe Caspian en Las crónicas de Narnia y pensé ‘Este podría ser mi gran papel, este podría ser’. Y ese actor tan guapo y brillante, Ben Barnes, acabó consiguiendo el papel. Creo que la cosa estaba entre él y yo, y recuerdo que estaba obsesionado”.
Cuando se enteró de que él no sería el elegido para interpretar a Caspian, Andrew Garfield cuestionó y cuestionó a su agente sobre la razón por la que no le habían escogido hasta hacerla explotar. Al final, ella le soltó “Porque creen que no eres lo suficientemente guapo, Andrew”.
No obstante, hoy Garfield se alegra de no haber sido él quien interpretara a Caspian. “Ben Barnes es un hombre muy guapo y con mucho talento. Así que, en retrospectiva, no me da tanta pena la decisión, creo que lo hizo muy bien”.