u muerte repentina el pasado 23 de julio calló una de las voces más personales e intensas que ha dado la música popular de los últimos tiempos. Con tan sólo 27 años, víctima de su adicción a las drogas y el alcohol, la desaparición física de Amy Winehouse carga entonces con la frustración de una obra escasa, insuficiente. Amy sólo llegó a plasmar su voz en dos discos: Frank (2003) y Back to black (2006). Por eso, la salida de un nuevo material de canciones inéditas de la cantante, a tan sólo cuatro meses de su deceso (obviando, claro, la inmejorable oportunidad comercial), cobra un valor incuestionable.
Lioness: Hidden Treasures, el disco póstumo de Amy Winehouse.
Saldrá a la venta hoy 5 de diciembre y está compuesto por doce temas ocultos y versiones alternativas grabadas para sus discos anteriores. Un trabajo de curación en el que Salaam Remi y Mark Ronson, productores y amigos personales de la cantante desde la primer época (junto a la supervisación de la familia Winehouse y representantes de su sello Island Records) repasaron el material de archivo, cintas descartadas, canciones perdidas. El resultado final son doce tracks que dialogan entre rarezas y hallazgos: desde la bossa “Girl from Ipanema” y una versión reggae del clásico de los sesenta “Our Day Will Come”, hasta “Like Smoke” -junto al rapero Nas con quien ya había cantado “Me & Mr Jones” en Back To Black – y “Between The Cheats”, un tema nuevo grabado en 2008 y que iba a ser incluido en su tercer disco.