WhatsApp deja claros algunos de sus límites en las “preguntas frecuentes” de su web. Por ejemplo, la compañía reconoce que para enviar a través de su app un vídeo que esté en el carrete del móvil, sin que pierda calidad, no debe pesar más de 16 Mb. En la mayoría de los casos, ese máximo se corresponde con contenidos de entre 90 segundos y tres minutos, aunque la duración depende de la calidad de la cámara que lo grabó.
¿Qué ocurre, entonces, si el usuario decide compartir con sus contactos un vídeo de más de 16 Mb? En estas ocasiones, WhatsApp da la opción de recortar el contenido antes de iniciar el envío y si aun así se prefiere transferir el vídeo íntegro, la aplicación lo comprimirá para que llegue al receptor, lo que se traduce en una bajada de calidad de la imagen.
Así todos aquellos que por algún motivo quieran compartir desde el móvil este tipo de contenidos sin renunciar a su calidad, y además de una manera rápida, pueden recurrir a estas otras alternativas.
WeTransfer
El popular portal para la transferencia de archivos cuenta con aplicaciones gratuitas móviles para dispositivos iOS y Android con las que es posible compartir vídeos de hasta 10 Gb, es decir, un límite bastante superior a los 2 GB que permite enviar de una sola vez la versión web gratuita. El funcionamiento es exactamente igual que el del portal: se selecciona el contenido que se quiere compartir y se introduce una dirección de correo para que el destinatario reciba un enlace, operativo durante una semana, desde donde podrá descargarse ese archivo.
Send Anywhere
Esta aplicación para iOS, Android, Windows Phone y Amazon Kindlepermite compartir vídeos de cualquier tamaño de varias formas. La primera de ellas es muy similar a WeTransfer, de tal modo que el archivo se sube temporalmente a un servidor y el receptor recibe un enlace desde donde podrá descargárselo en un plazo máximo de 48 horas.
Pero si las dos personas tienen instalado Send Anywhere, basta con que el emisor seleccione lo que quiere compartir y se generará un código de seis dígitos que debe facilitar al receptor para que lo introduzca en el menú “Recibir” de la app antes de diez minutos y se iniciará automáticamente la transmisión. El envío también puede hacerse si durante esos mismos diez minutos el receptor escanea con su móvil un código QR que aparece en la pantalla del emisor, justo debajo de la clave de seis dígitos. En dispositivos Android, estos intercambios son posibles incluso sin una conexión a Internet, a través del protocolo Wi-fi Direct. Por si fuera poco, para este mismo sistema operativo, Send Anywhere cuenta con otra opción que de momento está en beta: compartir a través de un código bajo la forma de ultrasonidos. Tanto para esta nueva modalidad como para Wi-fi Direct, los dispositivos Android deben encontrarse a una distancia máxima de unos cuatro metros con el fin de que la transmisión funcione correctamente.
SunShine
Con esta alternativa es posible compartir vídeos de hasta 100 GB entre dispositivos, siempre y cuando emisor y receptor la tengan instalada, ya que SunShine no es un servicio que utilice la nube para guardar archivos que después puedan descargarse mediante un enlace. Por esta misma razón, para hacer el envío es necesario que las dos partes implicadas se encuentren conectadas en ese momento.
Pero el principal elemento diferencial de esta propuesta es que el receptor puede comenzar a reproducir el vídeo que le están enviando sin que se haya completado la transferencia, del mismo modo en el que se visualizan unas imágenes en streaming.
