La cantante y compositora británica Adele reveló ayer que “casi” abandonó el mundo de la música “para siempre” tras el éxito de su segundo álbum de estudio, 21, porque le preocupaba no “estar a la altura” del éxito de ese disco.
Tras un parón musical, la artista londinense, de 27 años, sacará al mercado este viernes un nuevo trabajo, 25, que llegará después de haber vendido con el anterior, el citado 21 (2011), más de 30 millones de copias en el mundo.
El primer sencillo del nuevo disco, Hello, se estrenó el pasado octubre en una emisora británica y sus seguidores pudieron escuchar ayer la segunda canción, When we were young.
En declaraciones a un programa de la BBC, que se emitirá mañana y del que la cadena pública filtró ayer un adelanto, la artista manifestó que tras esos años apartada de la música, le preocupaba “no volver a hacer nunca algo que le gustara de nuevo a la gente” y añadió que “solo estaba siendo autocrítica, nada más”.
“También empecé a preguntarme que a lo mejor el hecho de que 21 hubiese tenido tanto éxito era bastante para el público. Pero me di cuenta de que no era suficiente para mí. Así que lo siento, pero haré que vuestros oídos sangren otra vez”, señaló.
Adele, que tiene un hijo de tres años llamado Angelo con su pareja, Simon Konecki, agregó que ahora le están ocurriendo “cosas muy diferentes”. “Tengo una familia que amo, y soy una leona, quiero protegerlos”, afirmó, por lo que le gustaría que la gente interpretara las canciones “como quieran ellos” y no imponer el significado.
Asimismo, comentó que su voz cambió tras la operación a la que se sometió en el 2011 para tratar un dolor en las cuerdas vocales. “Yo solía fumar mucho, así que las cicatrices que tenía mi voz de prácticamente toda mi vida se fueron, era como una voz nueva”.